sábado, 24 de julio de 2010

1

Quise verte muerta entre mis brazos,

derramar la sangre de mi vientre sobre tu pecho

cuidar tus curvas con odio,

y saciar al tiempo con engaños y versos.


Déjame esperar la muerte arrojado,

a mis ansias, a mis torturas y lamento

formidable de carne putrefacta,

consumiéndonos en un halito perpetuo.