miércoles, 12 de octubre de 2011

A la sombra de ave.

La vi caer violentamente hacia mí, revoloteaba como una indefensa ave rapaz que había perdido el rumbo, la encontré tan hermosa, perdida, magullada por los años y el mal pasar, pero ahí estaba frente a mí, quieta; como el silencio mismo de una tarde de muertos, te amé tanto, te vi tan poco, que la noche fue nuestro peor enemigo, te vi volar por sobre mí , me di cuenta que aún me amabas, pero el peso de noche de muertos era evidente, todos muertos , nuestros corazones muertos, la luz muerta y tu cuerpo apunto de estrellarse en el suelo.

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